|
Los Falcons ya ganaron el año pasado en Seattle. |
El partido de esta semana será clave en el devenir de la temporada. Después de empezar la temporada con un balance 1-2, los Falcons están obligados a ganar a los Seahawks para no caer en la carrera por la NFC sur.
Después de muchas críticas a todo el equipo en general y en concreto a la línea de ataque, Mike Smith ha querido destacar que es un deporte de equipo y todos tienen que mejorar y que la línea no es la única responsable de los malos resultados en ataque. Aún así, para esta semana se prevén cambios en algunas posiciones y es más que probable que Mike Johnson sea el titular en el right guard en detrimento de Garret Reynolds. En el apartado de lesiones, Babineaux todavía se recupera de su lesión de rodilla, Nicholas tampoco ha entrenado por la lesión en el gemelo, Hayden ya ha vuelto a pisar el campo de entrenamiento y Roddy White ha causado baja miércoles y jueves y no se sabe si estará disponible para el domingo.
Haciendo un poco de historia los Falcons ganaron el año pasado a los Seahawks de manera relativamente cómoda, pero en sus últimos desplazamientos a Seattle los resultados no han sido tan positivos.
Cuando los Falcons tengan el balón:
|
Correr con Turner , objetivo número 1. |
Aunque parezca increíble, los Falcons DEBEN correr con el balón. En tres semanas de competición Turner tiene un promedio de 14 carreras por partido cuando el año pasado estaba en 21 por partido. Los Falcons han de jugar a lo que saben, correr y play-action. El ser más explosivos no implica lanzar en cada down, la clave está en ser imprevisibles, que la defensa no sepa lo que viene a continuación. En este punto tiene mucho que ver Mularkey y no cantar jugadas con tres tight ends y correr o una shotgun con 5 receptores y lanzar. Se pueden usar formaciones intermedias con 3 receptores y dos corredores, 3wr 1 te 1 rb y desde éstas posiciones variar carrera y pase. La defensa de Seattle no es nada del otro mundo pero es sólida y disciplinada, para generar puntos se necesitarán las mismas características y esto implica no más penalizaciones absurdas. El objetivo principal en ataque será mover el balón sin cometer turnovers y mantenerse fiel al estilo de juego que funcionó tan bien el año pasado.
Cuando los Seahawks tengan el balón:
|
Va a ser difícil ver jugadas como esta si los qb's rivales
siguen evitando lanzar a Brent Grimes. |
La defensa no está jugando tan mal como el ataque, pero necesita hacer ajustes para dar el siguiente paso. Por 4ta semana consecutiva los Falcons jugarán contra un qb móvil, así que la defensa ya sabe como moverse para eliminar opciones al ataque rival. Jackson es un qb del montón pero en su último partido contra Atlanta jugó uno de sus mejores partidos como profesional, así que habrá que ir con cuidado. El objetivo principal es forzarle a quedarse en el pocket y obligarle a ganar lanzando el balón. Los receptores de los Seahawks son peligrosos y se tendrá que vigilar a Sidney Rice, especialmente profundo, y si es necesario poner la ayuda de un safety para cubrirle. El otro receptor es Mike Williams, un receptor con calidad pero sin ninguna habilidad especial. Tanto Grimes como Robinson deberían ser capaces de defenderle 1 contra 1. El útlimo peligro es el tight end Zach Miller, no es muy rápido ni grande pero sabe hacer su trabajo. Igual que la semana pasada con Winslow, Weatherspoon o Moore deberían ser suficientes para contenerle. Por encima de todo, el objetivo principal será parar el juego de carrera. Lynch ha demostrado de lo que es capaz en muchas ocasiones y especialmente el año pasado en los playoffs. Aunque su promedio sea de 3,1 yds/carrera este año, se le tendrá que vigilar muy de cerca y placarle con seguridad.
En definitiva, veremos que Falcons se presentan en Seattle, los que tienen ganas de ganar y juegan concentrados como el año pasado, o la banda que fue a jugar a Tampa y Chicago esta temporada. De que se presenten unos u otros dependerá la victoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario